¿Hay una edad límite para aprender otro idioma?
Hemos oído infinidad de veces que para aprender otro idioma hay que hacerlo de niños, porque ya se sabe, estos pequeños monstruitos son como esponjas. Al parecer su cerebro posee una cosa que se llama neuroplasticidad, es decir, que su cerebro tiene una gran capacidad de crear y alterar sus conexiones neuronales para adaptarse a nuevas experiencias. Eso hace que tengan más facilidad para aprender y adquirir conocimientos.
Cabe decir que nosotros los adultos también tenemos esa capacidad, pero con la edad nuestro cerebro pierde flexibilidad y por eso se dice que nos cuesta más aprender cosas nuevas.
¿Es eso realmente así?
Cuando hablamos de aprender a hablar otro idioma debemos tener en cuenta dos conceptos: ”Adquisición” y “aprendizaje”.
Adquirimos otro idioma cuando no somos conscientes que lo estamos aprendiendo y es una acción no-intencional. Así es como aprendemos nuestra lengua materna cuando somos niños, escuchamos cómo hablan las personas de nuestro entorno y luego les imitamos.
Aprendemos otro idioma cuando lo hacemos intencionalmente y somos conscientes de lo que estamos aprendiendo.
Teniendo estos dos conceptos en cuenta, lo ideal y por consiguiente lo más efectivo a la hora de hablar otro idioma con fluidez sería una combinación de ambos. De hecho, según los entendidos en este tema, una persona no domina su lengua materna hasta los 30. Esto es así porque sumamos lo que hemos adquirido inconscientemente de los 2 a los 13 años más o menos, y lo que hemos aprendido después con el estudio de normas gramaticales y por la propia experiencia personal.
Dicho esto, podemos decir que, aunque es recomendable aprender un segundo idioma de niños, aprenderlo de adultos también tiene sus ventajas.
Ventajas de aprender un idioma de adultos.
1. Sentido del propósito. Cuando un adulto aprende un idioma lo hace por una motivación personal, es decir, quizá lo necesita por trabajo, o porque va a estudiar o a vivir a otro país. Esa motivación hace que dedique tiempo y esfuerzo a conseguir su objetivo. Aprovechará lo que tiene a su alcance para cumplirlo: buscará un curso, leerá libros o mirará películas en ese idioma para poder aprenderlo.
2. Tienen un vocabulario más rico y más capacidad para entender conceptos tanto concretos como abstractos, lo cual les permite también tener esa amplitud de vocabulario en el otro idioma. Además, comprenden el funcionamiento y estructura de las frases, lo que ayuda muchísimo a entender mucho mejor la parte gramatical del otro idioma.
3. Tienen mucha experiencia acumulada y más habilidades a la hora de resolver problemas en su vida diaria, lo cual les permite tener más facilidad a la hora de procesar nueva información.
4. Su capacidad de concentración es mayor y tienen más autodisciplina que los niños.
5. Son más rápidos a la hora de “aprender” un idioma que los niños porqué su aprendizaje es consciente e intencionado. Son mejores en memorizar palabras, comprender conceptos, entender y realizar ejercicios porque su maduración cerebral es mayor.
¿Cuál es nuestro objetivo, perfección o comunicación?
Cuando decidimos aprender otro idioma de adultos, probablemente no pensamos en conseguir hablar como los nativos, porque simplemente lo que queremos es comunicarnos. Más adelante, mientras vamos avanzando en nuestro camino por conseguirlo, nos damos cuenta de que es muy difícil dominar otro idioma, o lo que es lo mismo, poder ser bilingües. Se necesita mucho tiempo, y más cuando no vivimos en un entorno donde se habla ese idioma y por tanto, nuestra exposición a él es limitada.
Si bien es cierto que de niños se adquiere otro idioma con más facilidad que de adultos, también hay que decir que si no están inmersos en ese idioma, escuchando continuamente a personas nativas, tampoco conseguirán hablarlo con fluidez.
Si tomamos de ejemplo el tema de la inmigración, un niño aprenderá antes que un adulto a hablar el idioma del país de destino porque lo oirá en la escuela, los amigos le hablarán en ese idioma, verá la televisión en ese idioma y por necesidad vital necesitará aprenderlo lo más rápido posible. Aquí, la gran plasticidad de su cerebro les da una mayor ventaja frente a los adultos.
De todo esto se deduce entonces que podemos aprender otro idioma a cualquier edad y que, dependiendo de si queremos solo comunicarnos o dominar el idioma, le dedicaremos más o menos tiempo y recursos.
Hoy en día, gracias a las nuevas tecnologías, es más fácil aprender otro idioma. En una sociedad en la cual estamos ocupados la mayor parte del día, encontrar un momento para aprender otro idioma a veces es difícil y nuestros ordenadores y móviles pueden ser una herramienta muy útil para aprovechar al máximo nuestro tiempo.
Así pues, a aquellos que creen que ya son demasiado mayores para aprender otro idioma, decirles que nunca es demasiado tarde. Con ganas, esfuerzo y dedicación todo se puede conseguir.
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