¿Por qué los Reyes Magos sólo traen regalos en España?
Todos sabemos que mientras que el resto del mundo espera a que Santa Claus venga el 25 de diciembre desde el Polo Norte (hoy en día hay incluso aplicaciones móviles que rastrean su recorrido), en España, en cambio, los niños esperan la llegada de los Reyes Magos para recibir sus regalos. ¿Por qué esta diferencia?
En primer lugar, deberíamos tener en cuenta que hay muchas leyendas y tradiciones diferentes sobre personajes fantásticos que hacen regalos a los niños en esta época del año. Los Reyes Magos, Papá Noel, San Nicolás o el Niño Jesús son sólo algunos de los más famosos. Sin embargo, hay muchos otros como San Basilio en Grecia, la Befana en Italia (una especie de hada o bruja), los trece Yule Lads en Islandia (unos elfos traviesos, parecidos a unos trolls), el Tió de Nadal (Cataluña y Aragón) u Olentzero (País Vasco).
Las fechas exactas en las que visitan a los niños que se han portado bien todo el año varía en cada lugar según la tradición.
San Nicolás es el primero que deja la noche del 5 al 6 de diciembre caramelos y chocolate en los zapatos de los niños alemanes, rumanos u holandeses. De hecho, el nombre de este santo en holandés, Sinterklaas es el origen del nombre Santa Claus en inglés. San Nicolás de Bari fue una persona que existió de verdad y que por su generosidad, especialmente hacia los niños, se ha convertido en la figura central de esta tradición. Con el tiempo, él presto su nombre a Santa Claus, quien deja los regalos debajo del árbol de Navidad el 25 de diciembre.
Anteriormente, en el Reino Unido era otra persona que lo hacía, ya que había un personaje mucho más antiguo que se llamaba Father Christmas (Père Noël en francés y de allí el nombre Papá Noel en castellano). Sin embargo, gradualmente la imagen de Father Christmas se ha ido mezclando con la de San Nicolás y ha seguido evolucionando hasta el Santa Claus vestido de rojo que todos conocemos en la actualidad.
En Portugal, la tradición era que la noche del 24 de diciembre, los padres ponían al Niño Jesús que acababa de nacer en el Belén y, al mismo tiempo, ponían los regalos para los niños debajo del árbol. Este es el motivo por el cual había una relación entre el Niño Jesús y los regalos, ya que si Jesús todavía no estaba en el pesebre quería decir que los regalos tampoco habían llegado aún.
En la mayoría de los países latinoamericanos esta tradición ha seguido y por esta razón en esa parte del mundo se cree que el Niño Jesús (o Niño Dios) es quien trae los regalos y no Papá Noel.
En España, desde antes de 1885, cuando ya se había documentado la primera cabalgata, los Reyes son una de las festividades más celebradas del año. Se considera que los tres Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar son los que traen los regalos a los niños, de la misma forma que trajeron regalos a Jesús cuando nació. Lo que tal vez no sabes es que en la Biblia realmente nunca se especifica ni cuantos reyes había, ni mucho menos sus nombres; éstas son unas características que hemos ido añadiendo con el tiempo. La Biblia sólo dice que los regalos que ellos trajeron eran de tres tipos: oro, incienso y mirra. Por esta razón, actualmente damos por sentado que hubo tres reyes magos, pero realmente en la tradición cristiana del Este se creía que había doce reyes y no tres, el mismo número que el de los apóstoles de Jesús.
Aparte de esto, tampoco eran realmente reyes1, sino sacerdotes. Y si pensabas que la palabra magos tiene que ver con la magia también estás equivocado. El término magus no se utilizaba en un inicio para referirse a los hechiceros, cuyas prácticas nunca han sido bien vistas por la religión, sino para referirse a un sabio o a un hombre de ciencia. Los tres magos tenían muchos conocimientos de astronomía y astrología, por esta razón fueron ellos quienes supieron que Jesús había nacido al ver una estrella y lo encontraron siguiéndola.
Sin embargo, quienes fueron realmente los Reyes Magos no importa porque el encanto de estas tradiciones no nace de la veracidad de los hechos históricos. En realidad, la costumbre de hacer regalos en algún momento alrededor del solsticio de invierno (21 de diciembre) es algo que la gente hacía desde la antigüedad (en el Imperio Romano era durante una festividad llamada Saturnalia). Y a pesar de que hayamos ido cambiando la historia de generación en generación, la felicidad y la emoción que habíamos sentido de niños buscando los regalos que habían aparecido por arte de magia durante la noche hace que queramos seguir manteniendo esta tradición. Si todavía contamos estas historias es porque en el fondo sabemos que ese sentimiento inolvidable es el mejor regalo que podemos hacer a nuestros hijos.
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